Muchas personas se quejan de dolores de espalda y un buen número de ellas se debe a unos malos hábitos posturales. La columna vertebral sufre cuando mantenemos mucho tiempo la misma posición, adoptamos posturas forzadas o incorrectas, realizamos esfuerzos importantes o de forma repetida, y llevamos a cabo movimientos bruscos o violentos.
El objetivo de una buena higiene postural es proteger la espalda al realizar las actividades de la vida cotidiana, tanto en casa, como en el trabajo o el colegio, evitando así, que aparezcan los dolores y las deformaciones, y disminuyendo el riesgo de padecer lesiones degenerativas de la columna. En el caso de que el dolor de espalda ya exista, el hecho de realizar una buena higiene postural puede llegar a mitigar el dolor ya existente.
Si manteneis buenas posturas en cada momento de tu vida, tu espalda y tus articulaciones te lo agradeceran, al reducir la carga que soportan.
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